CHARCAS FLUVIALES PARA EL DISFRUTE DE NUESTROS IBÉRICOS «BLAZ-PIGS»

Nada como no tener algo para valorarlo de verdad… Y tras años de lluvias escasas y embalses muy por debajo de sus capacidad, en nuestro país, sabemos del verdadero valor del agua. El agua es salud, es bienestar y es vida. Pero también es riqueza porque ayuda a la producción, no solo del campo o la ganadería, sino también de industria. El agua es la base de todo lo que necesitamos para estar bien. Y nosotros, Jamones Blázquez, somos muy afortunados.

Como sabéis, en Jamones Blázquez contamos con dehesas en Extremadura, Andalucía y algunas zonas de Castilla-León como en Salamanca. Unos prados privilegiados: 30.000 hectáreas con 90.000 encinas y alcornoques. Son los campos donde nuestros animales campan libremente y buscan bellotas en otoño para alimentarse. Y cada ser vivo que existe en las dehesas, los árboles, las bellotas y los animales, son lo que son gracias al agua. Porque del agua depende la salud de nuestras dehesas, la calidad de los frutos y las propiedades que harán únicos a nuestros animales.

Somos unos privilegiados porque, en un hábitat inigualable como nuestras dehesas, contamos con un regalo de la naturaleza: charcas creadas de forma natural con las aguas fluviales. Aguas 100% puras que nos permiten mantener la biodiversidad y apostar por preservar las dehesas de Jamones Blázquez.

Todos los seres vivos somos agua. En el caso de los cerdos, el 80% de los lechones y el 50% de los adultos son agua. Y de ese agua excepcional que nos regala la tierra, beben los animales hasta cinco y siete litros al día en la época de la montanera, un momento clave para conseguir un jamón ibérico extraordinario.

El agua es también importante para el bienestar y el descanso de nuestros Blaz-pigs, que toman su baño antes de irse a dormir, previo a buscar refugio bajo las encinas donde, además de sustento, encuentran cobijo en la noche. Porque, en contra de lo que pensamos, los cerdos son extremadamente limpios, buscan el agua fresca y limpia para mantener su piel fresca y húmeda.

Y son, también, animales inteligentes y sensibles. Así viven nuestros Blaz-pigs en el campo, rodeados de agua, dándose baños únicos en plena naturaleza. Un placer que sabemos que tiene parte de responsabilidad en la autenticidad de Jamones Blázquez.